Celebrando la vida, llegar a los 60
Queridos todos muchas gracias por todos los mensajes, por tanta compañía.
Los iré leyendo de a uno, ha sido un día lleno de amor y muy disfrutado, les comparto lo que escribí hoy muy temprano recibiendo mis 60 antes que termine el día….
Amanecer cruzando el umbral de una nueva década, es una bendición.
Los 60 vienen trayendo una vida que aloja las mezclas:
alegremente triste, entusiasmadamente serena,
tolerantemente firme, claramente incierta.
Se siente tanto mejor y tanto más real la vida así. Hay espacio a lo posible, lo honesto, la curiosidad y la sorpresa
Me conozco lo suficiente como para reconocer mis bordes, mis alertas y mis comodidades.
Sentir de pies a cabeza lo que me hace bien y lo que no tanto.
Me encuentro con mucha consciencia de lo finito, del valor del tiempo y de cómo usarlo. Saber que no vuelve, simplemente se desliza con dirección a la única certeza que nos danza.
Que esto termina y eso hoy me anima profundamente, a no distraerme, a no perder tiempo, a apostar a lo que amo, al legado de lo que aprendí y me da sentido compartir, al cuidado de los que quiero.
Sé que los vínculos requieren dosis de agua, tierra, sol, frecuencia y presencia y eso me convoca con una alegría inmensa.
Acá me detengo agradecida a saborear el regalo de la vida tal como esta.
A la posibilidad de seguir danzando, reconocer en la danza refugio y una aliada; esa mano que me trae a casa, a mi centro, a ese péndulo sanador del afuera y del adentro.
Gracias a todos por compartir este viaje, por resonar juntos en tantas búsquedas, la vida compartida es sin duda un festejo doble
Marisu